La tradición de recorrer los belenes que cada año se instalan en Navidad en Madrid, se ha mantenido a lo largo del tiempo. Y aunque ya no se cantan villancicos delante de cada uno de los que se visitan -cómo en el siglo XIX-, lo cierto es que, realizar rutas por el centro de Madrid para contemplar los belenes, es una costumbre que cada año gana adeptos.

Instituciones, monasterios y basílicas comienzan a instalarlos desde mediados de noviembre a primeros de diciembre, y permanecen abiertos hasta enero.

El recorrido imprescindible por los belenes de Madrid, nos deja estas paradas. Tras la ruta, te recomendamos ir a tomar un chocolate con churros en una de las churrerías con más tradición en Madrid, San Ginés. Está a un agradable paseo de todas las paradas, y abre los 365 días del año. Pasadizo de San Ginés, 5. Madrid. Teléfono: 914 203 017

Belén napolitano del Principe en el Palacio Real

Formado en su mayoría por las piezas que encargó Carlos III para su hijo, es un magnífico ejemplo del los belenes napolitanos del siglo XVIII. Se instala a mediados de diciembre en el Salón de Alabarderos.

Belén de la Comunidad de Madrid

El tradicional belén de la Comunidad de Madrid que cada año se monta en la Puerta del Sol, es uno de los imprescindibles en tu recorrido. Lo forman más de 600 figuras del belenista José Luis Mayo, y está realizado por la Asociación de Belenistas de Madrid. Es uno de los más concurridos cada año, así que la recomendación es visitarlo a primera hora de la mañana.

Belén del Monasterio de las Descalzas Reales

El monasterio de las Descalzas Reales ofrece cada Navidad la posibilidad de contemplar su hermosos belén francisco, con escenas inspiradas en la sociedad rural, formadas por detallados personajes que representan los diferentes gremios y profesiones.

Belén del Real Monasterio de la Encarnación

El monasterio de Agustinas recoletas fundado por la esposa de Felipe III, la reina Margarita, expone en Navidad, un belén de finales del siglo XIX realizado en Olot. Destaca por lo sencillo de su montaje, a base de elementos textiles y vegetales, pero de gran valor.

Belén del Real Monasterio de Santa Isabel

Otro ejemplo del buen hacer del belenista Jose Luis Mayo, que aunque de menor tamaño -está formado por cincuenta figuras-, es un buen exponente del belén tradicional madrileño, realizado con mucho corcho y elementos vegetales.

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