Quedar para merendar está de moda. ¡Sí, sí! Y por ello, os propongo los mejores lugares de Madrid donde disfrutar de un buen homenaje gastronómico. En este recorrido descubriréis  salones de té, hoteles, cafeterías, bares y pastelerías, en los que las cinco de la tarde es sinónimo de festival para los sentidos (especialmente para el gusto).

Celicioso

(C/ Hortaleza, 3).

Si sois celíaco o conoces a gente de tu entorno que lo sea ¡toma nota! Se encuentra al ladito de la Gran Vía madrileña y aquí el gluten es el demonio.  Aunque de primeras os genere cierta resistencia, os aconsejo que entréis y probéis algunas de sus delicatessen. Cambiará por completo vuestra idea preconcebida y querréis más.  Muy recomendable el tiramisú, los cupcakes de colores y los apple cinnamon bites.

La Bicicleta

(Plaza de San Ildefonso, 9).

Su decoración acogedora es una de las claves de su encanto. Sus mesas de madera corridas y su mobiliario vintage, donde destacan los sofás chester y sus lámparas y sillas cada una de su padre y de su madre hacen que te sientas como en tu casa.

Otra de sus particularidades es que también hace las veces de lugar de trabajo (de ahí que hayan dispuesto enchufes accesibles, cargadores y cajoneras con llave para poder ir al baño sin dejar el portátil desatendido), de punto de encuentro para bicycle's lovers (tienen herramientas para inflar las ruedas de tu bici o arreglar un pinchazo antes de aparcarla en el local) y de multiespacio dedicado a la cultura y al bienestar (podréis echar un ojo a sus publicaciones y libros, disfrutar de sus exposiciones). 

Por todo esto, La Bicicleta resulta ideal para merendar con sus exquisitos cafés, tostas y sándwiches con pan danés y su deliciosa repostería artesana, donde destaca su tarta de zanahoria vegana. ¡De 10!

Mama Framboise

C/ de Fernando VI, 23.

Su repostería es excelente y además cuentan con macarons de sabores tan originales como de mojito. Por si fuera poco, multitud de panes distintos, sándwiches, quiches y exquisitos pastelillos están a nuestro alcance para convertir un día cualquiera en un día especial. Imprescindible su chocolate a la taza y su famosa tarta de frambuesas.

Living in London

C/ Santa Engracia, 4.

Si sois fieles al té de las cinco, este auténtico tea room británico os va a encantar. Nada más acceder a su acogedor salón decorado al más puro estilo british, tendréis la sensación de haber retrocedido en el tiempo. No os dejarán indiferentes su amplia variedad en tés, los batidos de frutas naturales, sus tartas caseras o los deliciosos finger sandwiches.

En Living in London los detalles sí importan, y sirven todas las viandas en típicas vajillas con motivos florales propias de la campiña londinense. Sin embargo, lo más excepcional de este lugar es su vocación solidaria, ya que parte de sus beneficios están destinados a una ONG que ayuda a niños africanos. Antes de iros, recordad echarle un vistazo al surtido de tentaciones made in England que ofrecen en su minitienda. ¡Hay para todos los gustos!

Vacaciones

(C/ Espíritu Santo, 15).

Su evocador nombre no solo invita a relajarnos sino que, además, su bonita y colorista decoración y sus deliciosos batidos de fruta fresca, su ensalada vegana o sus sabrosos nachos gigantes con chili con carne, entre otras exquisiteces, conseguirán seduciros definitivamente. De hecho, están especializados en healthy food, cocktails, gin tonics y zumos naturales. 

El espacio es chiquitín, pero ahí es donde reside parte de su encanto. Su ambiente de inspiración mediterránea, compuesto por un compendio de muebles y objetos vintage rescatados de diferentes mercados, hace que te sientas como en casa. También dispone de zona working place perfecta para reuniones de trabajo informales, y es petfriendly.

Pomme Sucre

(C/ Barquillo, 49). 

Esta coqueta y acogedora pastelería es el proyecto del afamado reportero Julio Blanco. Todo lo que podréis degustar aquí os chiflará. Quien avisa no es traidor. Sus croissants están de miedo y por supuesto sus coulants, brownies, cakes, bombones, cookies y el milhojas de crema y merengue. Cuando llegan las fiestas navideñas es imprescindible el panetone. Para repetir con asiduidad.

Crêperie La Rue

(C/ Espíritu Santo, 18).

Esta crepería take away y tienda delicatessen de productos franceses (paté, foie, quesos, vinos, caracoles…) es de los actores Silvia Rey, Paco León y Fele Martínez. El local es muy bonito y recrea una típica calle parisina (toldos de rayas, farolas…). 

De lunes a domingo, y en apenas 30 metros cuadrados, consiguen elaborar exquisitos batidos y zumos naturales, recetas tan curiosas como la de pollo con raclette y pasas, quiches, tartas tatín, macarons por encargo, brioches, pan gourmet, galettes y, por supuesto, su producto estrella: crêpes dulces o saladas, servidas en unas bandejas de papel para que podamos seguir paseando por esta bohemia calle, mientras disfrutamos de su sabor irresistible. Tous très française et merveilleux!

Cafetería del Museo del Romanticismo

(C/ San Mateo, 13).

Madrid es una ciudad que esconde lugares maravillosos y recónditos en los que olvidarte del mundo. Un buen ejemplo es el Museo del Romanticismo: una casa museo que recrea la forma de vida de la alta burguesía durante el reinado de Isabel II (1830-1868) y que fue fundada por el Marqués de la Vega Inclán. Este oasis alberga una coqueta cafetería jardín donde deleitarnos con alguna de sus tartas. La de zanahoria está tremenda, pero no os preocupéis, porque hay donde elegir… ¡ñam ñam! Y si hace buen día… os recomiendo que vayáis a merendar a su vergel particular. Es perfecto para estar en plan contemplativo.

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