Madrid cuenta con un paseo, de poco más de un kilómetro, en el que se concentran los mejores museos de la ciudad. Uno de ellos es el Museo Thyssen-Bornemisza, situado en un bello palacio de 1805, en el que no sólo el arte tiene cabida.

La magnífica ubicación del Palacio de Buenavista, en la esquina del Paseo del Prado con la Carrera de San Jerónimo, hizo de esta distinguida residencia nobiliaria el escenario que acogió fiestas y veladas culturales en el siglo XIX, y lo convirtió en el siglo XX, en la sede elegida por la familia Thyssen-Bornemisza, para exhibir su magnífica colección privada. Tras una remodelación de Rafael Moneo, el Museo Thyssen-Bornemisza abrió sus puertas en Madrid en 1992 con 900 piezas -la colección se integró de forma definitiva en el Patrimonio Histórico Español un año después-, y en 2004, el museo se amplió con la incorporación de dos edificios colindantes -que albergan la colección Carmen Thyssen-Bornemisza-, y cuya fachada minimalista enmarca el cuidado jardín por el que se accede al conjunto.

Su apertura complementó los fondos de los dos principales museos estatales de Madrid, el Museo del Prado y el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofia, al incorporar la obra de artistas que no estaban presentes en estos. Y desde entonces, nos viene ofreciendo exposiciones temporales -organizadas conjuntamente con prestigiosos museos e instituciones culturales de todo el mundo- de visita obligada.

Tampoco hay que olvidar que en torno a las colecciones permanentes y las exposiciones temporales, se organizan las más variadas actividades, cómo conferencias, talleres, cursos, conciertos, visitas guiadas, o recorridos temáticos, de todos ellos encontrarás información puntual en su página.

En tu visita al Museo tienes que recordar darte una vuelta por su tienda-librería, en la que, además de la posibilidad de adquirir los catálogos de las exposiciones y material relacionado, encontrarás una buena selección de artículos de decoración y de regalo, también para niños, con un toque artístico y original. La jornada en este museo imprescindible, hay que completarla visitando los espacios gastronómicos que incluye. Una cafetería, con una carta de bebidas, sandwiches, bollería y platos combinados, para un almuerzo sobre la marcha, y un restaurante, El Mirador del Museo -abierto durante los meses de verano-, con una carta menos informal, situado en la última planta del edificio, con hermosas vistas sobre el Paseo del Prado. La oferta se completa con un espacio dividido en distintas zonas escalonadas con vistas al jardín, y acceso directo desde la calle Zorrilla, las Terrazas del Thyssen. Un lugar que cobra especial protagonismo en verano, gracias al horario extendido el Museo.

Museo Thyssen-Bornemisza, Paseo del Prado, 8 Teléfono: 902760511

Horario:
De martes a domingo, de 10:00 – 19:00. Se puede visitar de forma gratuita y con acceso libre, los lunes de 12:00 – 16:00. Cerrado: 1 de Enero, 1 de Mayo y el 25 de Diciembre.

Precio:
Tarifa general de acceso a la colección permanente: 10 euros. Reducida, 7 euros. Tarifa general de acceso a las exposiciones temporales, 11 euros. Reducida, 7 euros. Menores de 12 años, gratis.

Abono Paseo del Arte: Permite el acceso individual al Museo Thyssen-Bornemisza (sólo para las colecciones permanentes), el Museo Nacional del Prado y al Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. Precio: 25,60 euros (20% descuento sobre las tarifas de los tres museos).

[Imagen "Le hall d'entrée du musée Thyssen-Bornemisza (Madrid)" by Jean-Pierre Dalbéra]

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