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Cosas que ver en Madrid
Sucede a menudo con muchas ciudades que es necesario, mínimo, una segunda visita para zambullirse en sus encantos menos turísticos y demandados, pero no por ello menos relevantes. En Madrid pasa igual. Zonas como la Gran Vía, la Puerta del Sol, el Palacio Real o la Plaza Mayor y sus alrededores son paradas imprescindibles en una primera toma de contacto con la ciudad. Superado ese primer examen, llega el momento de conocer otras cosas que hacer en Madrid, otros encantos de la capital que os sorprenderán igualmente:
Casa Museo de Sorolla: En el barrío de Chamberí, encontramos este palacete que fue residencia y a la vez estudio del pintor valenciano Joaquín Sorolla. Con una decoración y colección artística envidiable, su coqueto jardín (de acceso gratuito) es uno de los rincones secretos más apacibles de la ciudad. (Metro Iglesia – Línea 1).
Casa Museo de Lope de Vega: En la calle Cervantes, en pleno barrio de las Letras, se ubica la que fuese casa del gran autor del Siglo de Oro durante los últimos 25 años de vida. Aunque la estructura ha sufrido importantes reformas, permite hacernos una idea de cómo era la vida hace cinco siglos. (Metro Antón Martín – Línea 1).
Parque del Capricho: En la Alameda de Osuna se extiende este parque lleno de bellos rincones, o “caprichos”, de ahí su nombre. Antigua finca de recreo de la clase alta, hoy está abierta al público sábados y domingos. Un lugar de cuento perfecto para una cita romántica y amantes de la fotografía. (Metro El Capricho – Línea 5).
Panteón de los Hombres Ilustres: Un lugar misterioso y sombrío. Originalmente se construyó para dar cobijo a los restos mortales de personalidades de diferentes ámbitos aunque poco a poco se fue quedando vacío. No obstante los preciosos conjuntos escultóricos funerarios que tiene y el edificio de estilo neobizantino merecen una visita. (Metro Menendez Pelayo – Línea 1).
Iglesia de San Antonio de los Alemanes: En el Barrio de Malasaña, en la calle de la Puebla se encuentra esta iglesia de aspecto sencillo y austero en su exterior pero que tras sus puertas esconde un verdadero tesoro. Paredes y techo están cubiertos de frescos narrando la vida y milagros de San Antonio, sin duda, una de las joyas menos conocidas de la ciudad. (Metro Gran Vía – Líneas 1 y 5).
Madrid Moderno: Una zona que con una mejor gestión podría haber sido de lo más cotizado de la capital. Un proyecto del que ya poco queda pero que aún mantiene buena dosis de encanto. Hileras de viviendas de estilo europeo, con miradores y fachadas de colores. Hoy sólo quedan unas pocas de ellas en las calles Roma y Castelar. Un vestigio de lo que pudo haber sido y, lamentablemente, no fue. Un intento de europeizar Madrid a orillas de la Plaza de Toros de Las Ventas. (Metro Ventas – Líneas 2 y 5).
Ermita de San Antonio de la Florida: En el interior de una de estas ermitas, la de la derecha si las miramos de frente, se encuentra uno de los tesoros menos conocidos de Madrid, los impresionantes frescos pintados de Goya (y a su vez su mausoleo). La ermita ‘gemela’ se construyó años más tarde para dedicarla al culto ya que, debido al humo de los cirios, la obra del pintor aragonés se estaba empezando a dañar. (Metro Príncipe Pío – Líneas 6 y 10).
Azotea del Círculo de Bellas Artes: Siempre digo que Madrid es una ciudad que se disfruta a varios niveles, el primero, a ras de suelo, y el segundo, desde las alturas. Para admirar de una de las mejores panorámicas de la ciudad, en el punto donde se fusionan la calle de Alcalá y la Gran Vía, os recomiendo subir a este sitio contemplar el cielo y los tejados de Madrid en todo su esplendor. Los atardeceres que se observan desde aquí os cortarán el aliento. (Metro Sevilla – Línea 2).
Corrala: En el castizo Lavapiés aún quedan claros ejemplos de este tipo de vivienda tradicional que tanto se extendió con la llegada masiva de las gentes del campo. Las casas de corredor eran una forma de incluir en un mismo edificio a multitud de familias en condiciones no siempre agradables. Familias enteras en pisos de 30 metros cuadrados y compartiendo un baño por piso, y en ocasiones, ni eso. En la actualidad cada vivienda cuenta con su baño y las condiciones han mejorado pero este tipo de casas nos siguen recordando a aquellos tiempos pasados. El mejor ejemplo de corrala se puede ver en la Calle Tribulete. (Metro Lavapiés – Línea 3).
Cripta de la Almudena: Seguramente el elemento más cautivador de la Catedral de la Almudena, y puede que el menos conocido. Accediendo por la Cuesta de la Vega, debajo del templo, llegamos a esta enorme sala custodiada por más de quinientas columnas neorrománicas. En sus más de veinte capillas encontramos numerosas tumbas de miembros de familias importantes en la historia de Madrid. Un espacio sobrecogedor en el que destaca el cuadro de la Virgen de la Flor de Lis, una imagen del Siglo XIII de gran valor. (Metro Ópera – Línea 2 y 5).
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