Desde que volviese a abrir sus puertas en el año 2009 zambullirse en el Mercado de San Miguel se ha convertido en una de las experiencias más estimulantes de cuantas alguien puede regalarse en Madrid. Continente y contenido ofrecen un espectáculo visual sin parangón en la Villa y Corte. Una extraordinaria recuperación para el patrimonio de la ciudad que se ha convertido en un indispensable a la hora de visitar Madrid.

A pesar de que próximamente cumplirá un lustro de su “nueva” vida, los orígenes de este excepcional lugar se remontan mucho atrás. Donde hoy se alza este refinado esqueleto de hierro fundido, siglos atrás estuvo la Iglesia de San Miguel de los Octoes. Un templo que José Bonaparte, haciendo honor a su apodo del ‘Rey Plazuelas” decidió derribar en su empeño de oxigenar el corazón de la ciudad. Sobre el solar resultante se empezó gestar un pequeño mercado, génesis del actual Mercado de San Miguel.

Abierto todos los días de la semana, este lugar cautiva por un doble motivo. El primero, su propio edificio. Una estructura de hierro y un diseño que nos trasladará a comienzos del siglo pasado. Un sabio aprovechamiento de la luz natural saca el mejor perfil posible de todos esos productos frescos y de primera calidad que se despachan en este lugar, segundo argumento de peso culpable del éxito de este arrebatador recinto

Porque el primero es indiscutible. Pasear delante de sus cuidados expositores es un regalo para la vista. Hay puestos para saciar todas las necesidades, desde las de los paladares más sibaritas a los amantes del dulce o de los embutidos. Entre sus pasillos encontramos puestos que venden productos ecológicos, zumos, pescados, frutas, vinos.. una amplia oferta con un denominador común, la frescura y calidad de lo que ofrecen. Lo agradable de este lugar es la existencia de mesas altas y otros pequeños stands dedicados a la restauración por lo que la opción más habitual entre sus muchos visitantes es degustar allí mismo los productos que acaban de comprar.

El Mercado de San Miguel se ha convertido en poco tiempo en un referente de la gastronomía madrileña. Un toque de exclusividad en un paseo mundano. Así son los contrastes de la Villa y Corte. Una excusa perfecta para hacer un alto en el camino en una jornada de paseo por el casco histórico de Madrid.  Deambular entre sus puestos es un disfrute para los sentidos, todo tan bonito y apetecible que resulta un dilema el tener que elegir. Por suerte, siempre queda la opción de volver, para perderse en ese ambiente tan evocador que regala y dar buena cuenta de los temas pendientes.

------------------------------------------------

MÁS INFORMACIÓN:

MERCADO DE SAN MIGUEL

Dirección: Plaza de San Miguel, s/n 28005, Madrid

Horario:

Lunes, Martes, Miércoles y Domingo: de 10:00 a 24:00

Jueves, Viernes y Sábado: de 10:00 a 2:00

WEB: Mercado de San Miguel

[Nota del Editor: Si buscas más inspiración en Madrid visita nuestra sección de Gastronomía, y si quieres descubrir ofertas en restaurantes las encontrarás aquí]

------------------------------------------------

Artículos Relacionados

Platea Madrid

El antiguo cine Carlos III de Madrid, ha reabierto sus puertas reconvertido en un espacio gastronómico de película. La melancolía que produce ver cómo van desapareciendo los antiguos cines, se mitiga viendo cómo algunos de ellos renacen... ver artículo