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Navidad en New York
by Victoria Walter
Ir a Nueva York en Navidad es un sueño hecho realidad. Durantes este mismo periodo del año pasado, estaba planeando mi primer viaje a la gran manzana.
Durante los últimos años muchas películas inspiraron mi amor por Nueva York. Aunque fueron tres las que me marcaron; Santa Claus la película, Solo en casa 2 y Elf. Los clásicos del cine navideño ocupan la pantalla del televisor durante las fechas navideñas. Había tantas cosas que quería visitar, el árbol de Navidad del Rockefeller, la tienda de juguetes de Duncan (si es que existe en la realidad), el Empire State Building, Central Park... La lista era interminable. Había tantos lugares que quería visitar y la verdad es que no paraba de preguntarme si iba a lograr organizar todas las visitas.
La respuesta es muy simple, no. El mejor consejo a la hora de visitar Nueva York, es planear al detalle que monumentos o zonas turísticas visitar al llegar a la ciudad. Hay mucho que ver y hacer, ya sea durante el día o la noche, y es muy fácil perderse debido a todo lo que pasa a tu alrededor y salirse del camino trazado, acabando en otro sitio viendo otra cosa totalmente distinta de la que tenías planeado.
Cuando llegué a Nueva York, recuerdo el momento que di mis primeros pasos, no pude alejar la mirada del cielo, los rascacielos de la ciudad eran tan altos que desaparecen de la vista en la inmensidad y profundidad de la noche. Recuerdo que estuve caminando con la mirada en el cielo durante un buen rato hasta que me acostumbré a estar rodeado de rascacielos gigantescos.
Hacía frío y yo estaba envuelto en el abrigo, guantes, gorro y bufanda. Se sentía que era Navidad en la Gran Manzana, incluso el olor de las castañas asadas invadía las calles dándole aún más emoción a la Navidad.
Tras una buena noche de sueño, la primera parada fue el legendario Empire State Building. Fuimos muy temprano para escabullirnos de las largas colas y los atascos. Nueva York es mundialmente conocida por ser la ciudad que nunca duerme, por lo que suele estar abarrotada de gente a todas horas. Lo mejor que uno puede hacer es calmarse y unirse tranquilamente a las colas. Mereció la pena la espera porque en el momento de alcanzar la cima del rascacielos, las vistas eran algo más que increíbles. Tan alto estábamos que los viandantes a pie de calle parecían hormiguitas. Nos quedamos ahí estupefactos admirando las vistas y rebuscando con los ojos zonas famosas de la ciudad para luego tomar un café.
No puedes visitar Nueva York sin irte de compras. Mi tienda favorita fué Macy’s. Una sola mañana en esos grandes almacenes y puedes comprarle regalos a toda la familia. Las rebajas empiezan normalmente en acción de gracias por lo que cuando llegamos ya estaba todo rebajado de precio, y además los visitantes internacionales obtienen un 10% de descuento en sus compras. Simplemente debes visitar el departamento de atención al cliente de Macy´s y te podrás hacer con el pase de ahorro de los visitantes. Lo podrás usar en la tienda durante todo el viaje.
Otra manera de ver Nueva York desde una posición privilegiada es desde el Rockefeller Centre. Decidimos visitarlo por la noche para poder cumplir la experiencia de 'Rock at Night'. Fue muy bonito, mirar hacia abajo y ver un manto de luces brillantes adornando toda la ciudad. Además, desde la torre se obtienen unas vistas espléndidas del Empire State Building, por lo que hacerse una foto con el rascacielos de fondo es una experiencia un tanto irrepetible.
El Rockefeller Center acoge una de las insignias navideñas más importantes de la navidad Neoyorquina, en él podréis encontrar el legendario árbol de Navidad. Este año tres se encenderá el 30 de noviembre y alumbrará el corazón de los Neoyorquinos hasta el 7 de enero; a sus pies hay una pista de hielo, para quiera sacar los patines y disfrutar del paseo.
Tras unas cuantas vueltas en la pista, recomiendo un pequeño viaje a Bryant Park. Aquí encontraréis uno de los mejores mercadillos navideños de la ciudad donde poder comprar decoraciones artesanales navideñas, los clásicos sweets and treats, delicioso vino caliente e incluso rica sidra caliente con especias, ideal para calentarse durante la visita al mercadillo.
Nuestro viaje terminó en nochevieja y ¿a dónde vas a ir si no es a Times Square?. Es bueno saber que Times Square es un punto de reunión para cientos de personas en la última noche del año. Para encontrar un buen sitio hay que llegar a las 2 de la tarde aproximadamente; ya que cuando se llena completamente se cierra el acceso y no se permite a más gente acceder. Si planeas dar la bienvenida al nuevo año mirando como cae la bola te recomendaría llevarte toda la comida, agua y ropa cálida que vayas a necesitar.
A medianoche, las largas horas de espera cobran sentido y un sentimiento de felicidad y armonía inunda a toda la gente que comparte ese mágico momento en Times Square.
Nueva York fue un lugar muy bonito para visitar durante la época navideña, nos vemos pronto NYC!