Barceloneses, barcelonesas, estoy a punto de descubrir uno de los secretos mejor guardados de nuestra ciudad. De esas curiosidades gastronómicas que los del barrio y otros afortunados conocemos y que surgen principalmente del boca a boca.
La calle Alí Bei, en la parte derecha del Eixample, es el paraíso para los amantes de la comida china. Dos restaurantes, Chenji y Kaixuan, son los causantes de ello. Dos casas de comida regentadas por familias chinas, donde la autenticidad domina el lugar. Chinos sirviendo platos verdaderamente chinos. Y, ¿cómo se nota todo eso? Pues muy sencillo: su clientela es mayormente de origen oriental. Comer allí es lo más parecido a viajar a China (eso incluye, entre otras cosas, oír los sorbos del “vecino” de mesa).
Sin dragones, sin vajilla ostentosa, sin pecera con bogavantes en la entrada y con una decoración más bien propia de un bar de desayunos, lo importante de estos dos lugares está en sus platos. Sopas, wantuns, tallarines, verduras y mucha carne y marisco cocinados con recetas caseras y auténticamente chinas. Calidad y cantidad acompañan a sus elaboraciones.
Nuestros favoritos son los tallarines fritos hechos a mano acompañados de verduras de origen oriental, los Xiao Long Bao, unas deliciosas y contundentes bolsitas de masa rellenas de carne, el pollo al estilo Gong Bao, picante y con cacahuetes y, cómo no, sus sopas con pasta, verduras, marisco y mucho sabor. Si alguien se reconoce, como yo, un curioso gastrónomo a sí mismo, que no deje de probar en Kaixuan, la pizza china, una especie de empanada que se sirve caliente rellena de carne y verdura. Variedad y sabor por doquier en estos dos locales, señores.
Tanto el restaurante Chenji, el más conocido de ambos, como el Kaixuan, ofrecen además de estos platos otros un tanto más peculiares a nuestros ojos y estómago. Sólo los más valientes comensales serán capaces de recibirlos en sus mesas: intestino de cerdo con salsa picante, rana salteada al pimentón, lengua de pato... ¡Esto es riqueza gastronómica oriental y no la de los falsos restaurantes chinos!
Lo más probable es que después de probar los platos de estos chinos-chinos, tengan curiosidad por conocer sus postres y, ¡no defraudan tampoco! Y aquí nada de helados, dulces precocinados ni nada similar. Unas gustosas y agradables bolas de arroz rebozadas rellenas de salsa cacahuete o sésamo culminarán un interesante y diferente ágape donde la sorpresa continuará hasta el final.
La cuenta aquí, increíblemente, no suele superar los 10 euros por persona. ¡Disfruten de estos restaurante chinos-chinos que no hay nada igual en Barcelona!
Más detalles
Restaurante Chenji: c/ Alí Bei, 65, 08013, Barcelona.
Restaurante Kaixuan: c/ Roger de Flor, 74, 08013, Barcelona.
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