5.0
Promedio de 4 calificaciones
100%
Bodega reconocida por la International Wine Guide 2013; incluye cata de 4 vinos, tostas, y comida con caldereta de ternera
Experiencia enológica para los amantes del vino y con una visita a su bodega para dos personas o una familia de 4 miembros (2 adultos y un máximo de 2 niños).
Según la opción, la experiencia incluye:
Visita a la bodega familiar del siglo XIX, realizada por el propio dueño, quien contará la historia de la bodega, luego seguirá el recorrido por cada parte de la bodega, pasando por la sala oficial de catas, la zona de prensado de uvas, zona de fermentado de los vinos, sala de barricas y embotellado. Por último, se pasa a los salones para disfrutar una cata compuesta de cuatro vinos:
Visita a la bodega familiar del siglo XIX, realizada por el propio dueño, donde contará la historia de la bodega, luego se recorrerá cada parte de la bodega, pasando por la sala oficial de catas, la zona de prensado de uvas, zona de fermentado de los vino, sala de barricas y embotellado. Por último se podrá pasar a los salones para disfrutar una cata compuesta de:
Cuatro vinos:
Baldor Chardonnay Ilex Rosado Ilex Coupage Baldor Old Vines
Y un maridaje por cada vino que será:
Los platos del maridaje serán cada seis personas
Además, regalo de 1 botella de Ilex Decoración (botella de tinto decorada con motivos turísticos – Campo de Criptana- Molinos) y de 5 € por pareja en compra de productos de la tienda por compras superiores a 20 € (no acumulables).
Después de visitar las tiendas, dependiendo del número de personas la comitiva se desplazará hasta la finca en el centro de los viñedos o en un restaurante junto a la bodega y se degustará un menú tradicional castellano compuesto de:
Entrantes para compartir
Pisto Manchego o Mojete de tomate
Tomate y cebolla de la huerta emulsionada con aceite de oliva
Migas de pastor con uvas
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Principal
Caldereta de Ternera con patatas
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Postre
Bizcochada manchega
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Bebida
Agua
Refrescos
Vinos Iex, Baldor y Pan de pueblo
Café e infusiones por persona
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Duración aproximada de cuatro horas y media.
A mediados de 2001, Castiblanque, una empresa familiar, inició la restauración de una antigua bodega del siglo XIX, “Bodega El Montañés”, para crear allí su propia sede. Su intención era la de conservar la estructura antigua, manteniendo los muros de piedra y la estructura interna de madera de pino. También llevaron a cabo la rehabilitación de zonas en desuso, añadiéndole los últimos avances tecnológicos en la elaboración del vino. Finalmente, lograron convertir la antigua bodega en un lugar de reunión y aprendizaje para todos aquellos que quieran descubrir una de las culturas más arraigadas en estas tierras y, para ello, organizan visitas guiadas, catas con maridaje y experiencias enológicas y gastronómicas para toda la familia.