Barcelona es una ciudad con una gran proyección europea y una arraigada cultura de la estética. Por ejemplo, la clínica Antiageing Group destaca por su equipo de expertos en dietética, nutrición y nutrigenética que complementan con psicólogos especializados en comportamiento e imagen corporal; así como con cirujanos plásticos y especialistas en endoscopias. Su programa estrella se denomina PRIM, que son las siglas de Programa de Reducción Integral Médico. Este programa se personaliza según las necesidades del paciente. Comienza con una serie de análisis clínicos y de patrones de conducta y se basa en el acompañamiento profesional durante todo el proceso de cambio de hábitos alimenticios.
Barcelona es una ciudad inmensa donde se pueden practicar multitud de deportes al aire libre; por ejemplo el running, una de las actividades que se han probado más eficaces a la hora de perder peso. La página web We run Barcelona ofrece rutas y planes variados para correr por la ciudad. Esta plataforma incluye también una sección dedicada a la marcha para que las personas menos familiarizadas con este deporte puedan iniciarse en la práctica habitual del ejercicio físico. Algunas de las rutas favoritas de los usuarios son las que van del Parc del Fórum hasta el Hotel W, la Carretera de Aigües o el parque de Montjuic. Adelgazar en Barcelona es sencillo y natural.
Barcelona es una ciudad inmensa con un gran número de habitantes, así que no resulta extraño que en ella existan, también, todo tipo de gimnasios, desde cadenas low cost hasta aquellos que ofrecen entrenador personal. Solo tienes que escoger el tipo de actividad que más se adecue a tus objetivos individuales de pérdida de peso. La mayor parte de ellos ofrecen clases colectivas cardiovasculares; entre ellas Zumba Fitness, una mezcla de bailes latinos y ejercicio aeróbico que se ha probado más eficaz que el step, entre otras.
El electrofitness es una buena solución para personas comprometidas con la pérdida de peso que no disponen de mucho tiempo para hacer ejercicio de forma regular o que no pueden organizar adecuadamente sus comidas. Esto ocurre cada vez más a menudo en ciudades como Barcelona, con una población cada vez más involucrada con horarios muy extensos de trabajo. Este método se basa en la aplicación de descargas eléctricas controladas durante la realización de ejercicios aeróbicos y de fuerza. El usuario se viste con ropa de algodón sobre la que se pone un traje en el que se incorporan los electrodos. Estos se conectan a una máquina que controla la intensidad de la corriente eléctrica y un entrenador personal indica los ejercicios a realizar. Una sesión de electrofitness de 20 minutos es tan efectiva como una hora y media de ejercicio cardiovascular tradicional.