Con una identidad propia, la gastronomía mexicana es, sencillamente, excepcional. Con una rica tradición, una amplia variedad de sabores y contrastes, colorida y basada en ingredientes frescos propios de las tierras del país centroamericano, se ha situado entre las cocinas más reconocidas a nivel internacional, junto con la italiana, la india y la española, entre otras. Es más, en noviembre de 2010, la Unesco la reconoció como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. La organización reconoció que, más allá del resultado final, los platos del país del tequila esconden unos rituales, actividades agrarias, técnicas culinarias, costumbres e historia que merecen un reconocimiento internacional como este.
Los tres pilares de la gastronomía del país de las rancheras son el chile, el maíz y los frijoles, que se combinan con otros elementos autóctonos de las tierras mexicanas como el aguacate, el cacao, el tomate o la flor de calabaza, pescados y carnes, fundamentalmente de cerdo y pollo. Con estos ingredientes comunes, existen 18 grandes variedades dentro de esta cocina, entre las que destacan, por ejemplo, la yucateca, la oaxaqueña, la tabasqueña, la poblana, la mexiquense, la tlaxcalteca, la guerrerense o la jalisciense. De este modo, los burritos, tacos, quesadillas y enchiladas que comemos a día de hoy combinan sus ingredientes en recetas que varían en función de la zona de la que provienen, pero comparten unas características principales: el respeto a la tradición y la búsqueda de un sabor intenso.
La ciudad condal ha importado los sabores de méxico gracias a locales entre los que destacan Hoja Santa y Niño Viejo. Se trata de la representación más sofisticada disponible en la capital catalana. La primera es una versión más gourmet y la segunda, una taquería urbana al más puro estilo del DF. Ambas son creaciones de Albert Adrià, hermano de Ferrán.
Además de la hermana pequeña de Hoja Santa, en materia de taquerías Barcelona tiene mucho que ofrecer. Se trata de tabernas que huyen de cualquier tipo de pretensión, más preocupadas por la autenticidad de sus platos. Es el caso de La Taquería, que presume de servir auténtica comida callejera mexicana y que, además, tiene servicio de take away.