La cocina malagueña es una de las más representativas de la gastronomía mediterránea, gracias al uso exclusivo del aceite de oliva y su exquisita abundancia de pescados, verduras, legumbres y vinos de calidad. Es esencialmente marinera, aunque presenta también platos elaborados con carnes de caza o embutidos, y gracias a la influencia de todas las civilizaciones y culturas que habitaron la zona a lo largo de los siglos (fenicios, romanos, árabes, etc.), presenta una delicada diversidad de platos en los que los ingredientes locales se combinan en modos de origen casi exclusivamente foráneo. Sin embargo, las distintas influencias se han instaurado con tanta fuerza en la cultura malagueña que aún los postres de origen claramente árabe se consideran como típicos de Andalucía.