El mantenimiento de un coche implica una serie de obligaciones que van desde su puesta a punto hasta la tramitación de permisos y homologaciones. Madrid concentra más de la mitad del sector del automóvil en España, de manera que dispone de una nutrida oferta para satisfacer estas y otras necesidades. El primer paso en este proceso es la obtención del permiso de conducir, de categoría B en el caso de vehículos de hasta 3500 kg. Son las autoescuelas homologadas las que ofrecen tanto la preparación al examen escrito a través de un curso de teoría como un número variable de clases prácticas que habilitan para la prueba final al volante de un vehículo, bajo supervisión.